Muy buenas a todos:
En el anterior post hablaba del estrés y de conocimientos generales de él, esta noche retomo el tema completando este post con la ansiedad.
Coloquialmente la ansiedad debería recibir el mismo término de la sífilis: "la gran simuladora" ya que sus síntomas pueden emular cualquier problema en el cuerpo.
Retomando el concepto: ¿qué es la ansiedad?
Es una respuesta emocional que engloba aspectos subjetivos de carácter displacentero, aspectos corporales o fisiológicos que se caracterizan por un alto grado de activación del sistema periférico cerebral, y aspectos motores que implican comportamientos escasamente adaptativos.
La ansiedad, el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad, son conceptos que guardan relación con la supervivencia.
¿Cómo funciona el mecanismo de la ansiedad?
Cuando ocurre una situación de alerta, nuestro organismo sufre la activación del sistema simpático, este sistema envía señales al sistema nervioso central. Una vez detectada la actividad para la que se requiere un esfuerzo físico, se ponen en funcionamiento los mecanismos que producen adrenalina, dichos mecanismos fuerzan al organismo a aportar energías de reservas para la optención de una fuente energética superior a la que se está invirtiendo para conseguirla, y que normalizará los valores que han provocado la llamada "alerta amarilla".
Esta alerta pasa a llamarse alerta roja cuando la adrenalina es liberada en nuestro cuerpo. En temas emocionales, si nuestro organismo siente que va a perder un bien preciado, el sistema dopaminérgico vuelve a ponerse en marcha, la alerta amarilla en este aspecto entra en función para prepararnos ante una posible amenaza, Pero como dicha amenaza es un aspecto sentimental, no se produce la liberación de adrenalina.
¿Cómo funciona el proceso de las "alertas"?
La ansiedad es necesaria para el organismo, produce la secuencia de sucesos que ayudan en la vida cotidiana.
El proceso puede resumirse en alerta amarilla, alerta roja y consecución del objetivo, el cual permite que el organismo vuelva a su estado original. Si esta cadena se rompe de forma asidua, el organismo puede sufrir una intoxicación por dopaminas (y una vez en este punto, comienza la patología).
¿En qué momento la ansiedad se convierte en una patología?
En el post anterior mencioné que un estrés excesivo y continuo nos lleva a sufrir la ansiedad, si dicha ansiedad no puede ser controlada y sufrimos emisiones de adrenalina que no se utiliza constantemente, es el momento de hablar de la ansiedad como una patología, ya que en estos casos comienza la manifestación de síntomas.
La ansiedad sufre el cambio de fisiológica a patológica cuando surgen estos cuadros sintomáticos que generan los trastornos de ansiedad.
¿Cuáles son los trastornos de la ansiedad?
En una escala general, pueden distinguirse los siguientes:
- Fobias.
- Agorafobia.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
- Trastorno del pánico.
- Trastorno de estrés postraumático.
- Trastorno de ansiedad generalizada.
Este último caso es uno de los que experimentan mayor frecuencia, se caracteriza por una sensación de angustia o miedo, deseos de huir, y sensaciones similares que derivan en crisis de ansiedad con cuadros moderados o severos.
Este tipo de ansiedad patológica se produce como resultado de problemas a los que se enfrenta un individuo en su vida cotidiana, y a cómo interioriza cada tipo de idea respecto al problema.
Profundizando en los síntomas: ¿qué clase de problemas podemos experimentar?
Los síntomas de la ansiedad pueden ser de cualquier índole, no hay un modo determinado de medir o prevenir estos cuadros, ya que son muy variados y cada persona tiene su manera de manifestar las cosas.
A rasgos generales los síntomas comunes en todos los pacientes que sufren ansiedad se basan en la hiperactividad vegetativa, es decir, taquicardias (aumento de la frecuencia cardíaca), taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria), midriasis (dilatación de la pupila), ahogo, temblores, sensación de pérdida de control, transpiración, náuseas, rigidez muscular, insomnio, inquietud motora, dificultad para la comunicación, pensamientos negativos y obsesivos.
¿Cómo puede manifestarse la ansiedad?
Podemos hacer referencia a tres tipos de vías de manifestación:
1) Síntomas fisiológicos.
2) Síntomas cognitivos.
3) Síntomas conductuales.
Dichas vías influyen entre sí, unos síntomas impulsan a otros. En los casos severos, la ansiedad puede derivar en un ataque de pánico, situaciones en las cuales el individuo cree que sufrirá desmayos, infartos, sensación de movilidad del suelo o incluso sensación de que las paredes de un cuarto se le echan encima. En estos casos es necesario acudir a un hospital.
¿Cómo clasificamos los síntomas siendo tan abundantes y variados?
Existe una escala que clasifica todos los síntomas mencionados en el trastorno de ansiedad. Se denomina la escala de Hamilton y clasifica todos los tipos de síntomas:
Síntomas cardiovasculares
– Taquicardia.
– Aumento de la tensión arterial.
– Arritmias.
– Sensación de desmayo.
– Palpitaciones.
– Opresión en el pecho.
– Palidez o rubor.
Síntomas respiratorios
– Disnea.
– Constricción en el tórax.
– Hiperventilación.
Síntomas gastrointestinales
– Náuseas.
– Dificultad de deglución.
– Vómitos.
– Diarreas, heces blandas, dolor abdominal, cólicos intestinales.
– Sensación de ardos o pesadez abdominal.
– Borborigmos (ruido de abdomen).
– Gases.
– Aerofagia.
– Pérdida de peso.
– Constipación.
Síntomas genitourinarios
– Micción frecuente, urgente o dolorosa.
– Amenorrea (ausencia de menstruación), menorragia (menstruación superior a 7 días).
– Disminución de libido o anorgasmia.
– Eyaculación precoz e impotencia, disfunción eréctil.
Síntomas neurovegetativos
– Sequedad de las mucosas (sobretodo en boca y lagrimales).
– Sudoración excesiva (especialmente en cara, axilas, manos y superficie plantar).
– Sensación de desmayo.
– Vértigos.
– Cefaleas.
– Erectismo piloso.
Síntomas neurológicos
– Temblores.
– Parestesias (hormigueos).
– Hipersensibilidad a ruidos, olores o luces intensas.
– Mareos o inestabilidad.
– Insomnio: dificultad para conciliar el sueño, sueño interrumpido, insatisfactorio, pesadillas.
Síntomas somáticos musculares
– Cefaleas tensionales (en nuca sobretodo).
– Contracturas musculares, espasmos musculares y calambres.
– Rigidez muscular.
– Dolor muscular.
– Tics.
– Rechinamiento de dientes.
– Voz vacilante.
Síntomas somáticos sensoriales
– Zumbido de oídos.
– Visión borrosa.
– Oleadas de frío o calor.
– Sensación de debilidad.
– Hipoestesia (falta de sensibilidad en extremidades).
Otros síntomas psicofísicos
– Fatiga y agotamiento.
– Astenia y neuroastenia (agotamiento tras esfuerzo mental).
– Sensación de tensión o inquietud.
– Llanto fácil.
– Incapacidad para la relajación, impaciencia.
– Respiración agitada.
– Disartria.
– Alteraciones en el apetito.
Funciones intelectuales y cognitivas
– Dificultad o falta de atención.
– Dificultad para memorizar.
– Pensamiento acelerado o embotado.
Síntomas mentales, cognitivos o subjetivos
– Angustia, que si persiste deriva en pánico.
– Temor anticipatorio.
– Inseguridad, indecisión.
– Irritabilidad, aprensión, preocupación.
– Sensación de inferioridad.
– Incapacidad de afrontar situaciones.
– Sensación de amenaza.
– Apatía, humor variable.
– Pérdida de la objetividad.
– Humor depresivo.
Es posible recuperarse: no tengáis miedo de pedir ayuda
Todos estos síntomas que podemos sufrir dependen en gran medida de nuestra mente, pero mientras aprendemos a relajarnos y a curarnos necesitamos un poco de ayuda. Intentando no crear adicción a los fármacos, una manera efectiva de controlar la ansiedad es la medicación homeopática (que no genera adicción) y la terapia cognitivo-conductual ante el psicólogo, en estas sesiones aprenderemos a reconocer nuestros síntomas para prevenir y detener las crisis (y saber como actuar ante ellas), además de afrontar nuestros miedos y en canalizar nuestras energías en no responder a nuestros malos sentimientos que nos hacen recaer.
Pero lo más importante de todo, aprenderemos a sentirnos bien, escuchados y aliviados con nosotros mismos.
La ansiedad no es algo para tomarse a broma, muchas personas la sufren en silencio y no saben como pedir ayuda, o cómo manejar esa hecatombe de sensaciones que nacen del interior y que nos hacen sentir tan mal.
Si conocéis a alguien que esté sufriendo de esto, o si vosotros mismos lo sufrís, no tengáis miedo y pedid ayuda, es una situación reversible que podéis controlar haciendo acopio de fuerzas, buscad un profesional que os ayude a reconocer vuestros síntomas y a tratarlos, no sufráis más en silencio.
Por último, no dudéis en ir al hospital ante una crisis, ¡es muy importante recibir atención médica!
Y hasta aquí por hoy, ante cualquier duda, preguntadme sin miedo :)
Un sencillo blog sanitario para todas esas dudas y miedos que genera la medicina y ciertas curiosidades médicas. Si sois curiosos o temerosos no lo dudéis más y ¡cruzad la linea!
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miércoles, 8 de octubre de 2014
lunes, 6 de octubre de 2014
Ansiedad y estrés
El tema de hoy trata sobre las que son llamadas "enfermedades del siglo XXI", ¿por qué reciben este nombre? Porque son los males más comunes de nuestra sociedad debido a nuestro estilo de vida.
Hoy voy a explicar en que consiste el estrés, (en el siguiente post continuo con la ansiedad si no sería demasiado pesado de leer) síntomas y maneras de prevenirlo, quizás sea un post un tanto largo, pero la salud es la salud, y no hay mejor manera de prevención que hacer conciencia sobre los ciudadanos.
Muchas personas consideran que ambas palabras no son enfermedades, pero he de decir que sí lo son, porque aparte de problemas psicológicos ocasionan síntomas físicos reales que se deben tratar.
Pero primero, hay que conocer ambos términos en sí mismo, por lo tanto, analicemos su predisposición:
¿Por qué factores están condicionado el estrés y la ansiedad?
1) El propio individuo: es el factor principal, de nosotros mismos dependen las somatizaciones que nos ocurran en función de nuestra capacidad de reacción a diversas situaciones, nuestra capacidad psicológica para encajar las presiones de la vida, nuestra tolerancia a la presión, Nuestra mentalidad y actitud influye directamente sobre cómo podamos desarrollar ambas patologías.
2) Ambiente: es condicionante en varios aspectos, ya que varios entornos son los que conforman la vida y el bienestar del individuo. Tales son el ambiente familiar, laboral, educativo...a mayor bienestar es menos probable presentar problemas nerviosos.
3) La capacidad de relación: si cada persona es capaz de llevar una buena relación en el entorno social, es más factible conseguir un estado de bienestar mental. Sentimientos contradictorios como la soledad, rechazo social, incapacidad de hacer vida social, etc, conllevan a situaciones de malestar.
4) Salud física: es muy importante también, es fundamental para que una persona se sienta bien, las enfermedades crónicas, limitantes o terminales condicionan directamente la salud mental.
Los estímulos que recibamos de cada uno de estos factores son los que nos ayudarán a analizar de mejor manera la ansiedad y el estrés. Los estímulos negativos son los que nos conllevan a meter un pie en la línea de estas dos patologías.
Una vez analizado el concepto...¿qué es el estrés?
Podemos definir el estrés como una sensación que en su justa medida, en dosis moderadas, es la reacción de alerta en el individuo que le ayuda a realizar tareas determinadas con un grado de atención y capacidad de reacción más elevados.
Esta sensación aplicada adecuadamente se convierte en necesaria para nuestra vida, pero si hay personas que no son capaces de tolerarlo como es debido, comienzan a desarrollar síntomas de malestar.
¿Qué síntomas podemos desarrollar ante situaciones estresantes?
Los síntomas son muy variados y generales, por lo que es difícil acertar en un diagnóstico directamente, ya que la sintomatología es inespecífica y muy común. Podemos presentar uno o varios, pero cada persona es un mundo y cada individuo presentará sus propios síntomas. Por regla general, éstos son los siguientes:
- Dolores: abdominales, cefaleas, dolor muscular...
- Alteraciones cardíacas.
- Aumento de la respiración.
- Sudoración.
- Temblores.
- Mareos.
- Alteraciones en las heces.
- Diuresis elevada.
- Sequedad de boca.
- Dificultades en el proceso de deglución.
- Alteraciones del estado del ánimo.
- Dificultad para dormir.
¿En qué consiste la respuesta al estrés?
Nuestro día a día esta repleto de estímulos externos, cualquier estímulo exterior supone un factor de desequilibrio que trastorna la estabilidad del medio interno del organismo (dicho así suena muy tremendista, pero es una reacción sencilla). Esto produce un estado de alerta y de preparación para controlar dicho cambio. En esto consiste la respuesta al estrés: un aumento de la activación fisiológica y psicológica.
Constituye un mecanismo para preparar a nuestro organismo para una actividad determinada, además de un procesamiento mejor y más rápido de la información. Dicho mecanismo se centra también en las selecciones de conducta más adecuadas para hacer frente a los cambios externos.
Estas situaciones se producen en épocas de cambios sucesivos: trabajo nuevo, una mudanza, un cambio familiar, épocas de exámenes, trabajo excesivo, poco descanso, sensación de demasiada responsabilidad...y un largo etcétera.
¿Cómo puede responder nuestro organismo al estrés?
Podemos distinguir cuatro tipo de vías de respuesta:
- Conductas adaptativas: enfocadas en anular el estímulo producto del estrés, hay que tener en cuenta que esto no siempre es posible, nuestra vida es un conjunto de trabajo y responsabilidades.
- Conductas de lucha y huida: intentan enfrentar la situación que supera nuestra capacidad física, activando los niveles de respuesta fisiológica (estos producen los síntomas del estrés).
- Conducta sustitutiva: no enfrentan la solución al problema, pero procuran disminuir los síntomas.
- Conductas de inhibición: no reduce los estímulos estresores ni la activación fisiológica.
La respuesta más recomendable es la primera, enfocada a enfrentar el problema directamente.
¿Cómo reacciona el organismo ante el estrés?
Además de llevar a cabo la sintomatología anterior, el cuerpo entero se ve comprometido cuando el organismo está estresado, he preferido poner una fotografía que resume la reacción del cuerpo ante estos estímulos.
La fotografía pertenece a Google |
Es importante analizar la situación y descubrir qué punto es el problemático de nuestra condición de malestar para así saber tratarlo mejor.
También es importante pensar en uno mismo y saber relajarse dedicándonos unos minutos al día para nuestro bienestar. Las obligaciones están ahí, pero es más importante nuestra salud y la de los seres queridos que nos rodean.
Descansar el tiempo suficiente es de vital importancia, el cansancio es una lacra muy pesada que enturbia nuestro ánimo, así como una buena alimentación sana y variada que nos haga sentir más saludables. Realizar actividades que nos hagan sentir bien y liberar tensiones es muy buen tratamiento: deporte, escuchar música relajante, actividades como el yoga, el taichi, dar largos paseos, y sobretodo, apoyaos en vuestra familia que os ayudará con esta mala racha y reír todo cuanto podáis, una medicina natural de lo más efectiva.
Cuanto mejor nos sintamos por dentro, mejor estaremos por fuera :) garantizado.
Hasta aquí la primera parte del post, en el siguiente, analizaremos la ansiedad.
¡Saludos y relajaos!
sábado, 4 de octubre de 2014
Curiosidad: ¿por qué salen las ojeras?
Todo el mundo sabe que son, esas marcas azules-violáceas bajo los ojos, ahora bien, quitando la razón más evidente (la falta de sueño), ¿por qué se producen las ojeras?
Una de las razones más lógicas es la coloración de la piel. Bajo los ojos tenemos irrigación sanguínea, por lo tanto, al igual que vemos las venas que se encuentran en nuestras muñecas, bajo los ojos tenemos muy poca cantidad de piel, lo que permite ver con más facilidad los vasos sanguíneos. A más palidez de nuestra piel, más evidentes se harán nuestras ojeras. Este es uno de los principales motivos.
Partiendo de la base de la coloración y el grosor de la piel, la raza influye en lo perceptibles que sean las ojeras, generalmente se acentúan más en la población mediterránea.
La falta de sueño produce también la dilatación de los vasos sanguíneos, lo cual acentúa las ojeras (de ahí que aplicar frío bajo el párpado contraiga los vasos sanguíneos y ayude a reducirlas). Pero con un buen descanso podemos disminuirlas.
Como siempre, la herencia genética cuenta para todo, por lo cual depende también de los genes desarrollar esta característica en mayor o menor medida.
Una alimentación rica en sal puede producir también este fenómeno, ya que a mas concentración de sal, más líquidos retenemos en el cuerpo.
Otras circunstancias como irritaciones oculares, alergias, enfermedades víricas como gripe, conjuntivitis, provocan de nuevo la aparición de nuestras ojeras.
Más o menos, estas son las causas generales por las que podemos parecer un oso panda algunos días :) sin embargo he oído otro tipo de causas como la producción de melanina bajo el ojo, y en una ocasión una profesora contó en clase que los ácidos grasos bajo el ojo se consumen mucho antes que los de otra parte del cuerpo y eso propiciaba la aparición de ojeras. También tomar el sol en exceso en la zona facial puede tener efectos negativos.
Sabiendo los motivos, los remedios caseros suelen servirnos de ayuda para devolver un color más sano a nuestra piel:
- Aplicación de frío local: como rodajas de pepino frío, ayudan a bajar la hinchazón del ojo y a mejorar el color.
- Algodones empapados en leche fría.
- Infusiones de manzanilla.
- Hidratarse con líquidos adecuadamente a lo largo del día.
- No tomar excesivamente el sol.
- Un descanso adecuado.
Y poco más, el cuerpo es como es y no existe el remedio infalible para lo producido naturalmente :) aprended a cuidaros y a escuchar las señales de vuestro cuerpo.
¡Saludos!
Una de las razones más lógicas es la coloración de la piel. Bajo los ojos tenemos irrigación sanguínea, por lo tanto, al igual que vemos las venas que se encuentran en nuestras muñecas, bajo los ojos tenemos muy poca cantidad de piel, lo que permite ver con más facilidad los vasos sanguíneos. A más palidez de nuestra piel, más evidentes se harán nuestras ojeras. Este es uno de los principales motivos.
Partiendo de la base de la coloración y el grosor de la piel, la raza influye en lo perceptibles que sean las ojeras, generalmente se acentúan más en la población mediterránea.
La falta de sueño produce también la dilatación de los vasos sanguíneos, lo cual acentúa las ojeras (de ahí que aplicar frío bajo el párpado contraiga los vasos sanguíneos y ayude a reducirlas). Pero con un buen descanso podemos disminuirlas.
Como siempre, la herencia genética cuenta para todo, por lo cual depende también de los genes desarrollar esta característica en mayor o menor medida.
Una alimentación rica en sal puede producir también este fenómeno, ya que a mas concentración de sal, más líquidos retenemos en el cuerpo.
Otras circunstancias como irritaciones oculares, alergias, enfermedades víricas como gripe, conjuntivitis, provocan de nuevo la aparición de nuestras ojeras.
Más o menos, estas son las causas generales por las que podemos parecer un oso panda algunos días :) sin embargo he oído otro tipo de causas como la producción de melanina bajo el ojo, y en una ocasión una profesora contó en clase que los ácidos grasos bajo el ojo se consumen mucho antes que los de otra parte del cuerpo y eso propiciaba la aparición de ojeras. También tomar el sol en exceso en la zona facial puede tener efectos negativos.
Sabiendo los motivos, los remedios caseros suelen servirnos de ayuda para devolver un color más sano a nuestra piel:
- Aplicación de frío local: como rodajas de pepino frío, ayudan a bajar la hinchazón del ojo y a mejorar el color.
- Algodones empapados en leche fría.
- Infusiones de manzanilla.
- Hidratarse con líquidos adecuadamente a lo largo del día.
- No tomar excesivamente el sol.
- Un descanso adecuado.
Y poco más, el cuerpo es como es y no existe el remedio infalible para lo producido naturalmente :) aprended a cuidaros y a escuchar las señales de vuestro cuerpo.
¡Saludos!
viernes, 3 de octubre de 2014
0 vergüenzas: acude al médico
Hoy os dejo una entrada rápida que trata de un consejo muy básico (sobretodo para la temática de este tipo de blog).
Ese consejo es para todos y todas a la hora de enfrentar un problema de salud. Si nos paramos a pensar, hay tres motivos básicos por los que evitamos ir al médico:
1) Pereza (en menor medida).
2) Miedo: con la esperanza de "ya se curará solo".
3) Vergüenza: probablemente la causa más abundante.
Ante la pereza no hay mucho misterio, en cuanto al miedo debemos pensar que el dolor no nos cura, al contrario, es un aviso de que algo no marcha bien y debemos solucionarlo (nada de automedicarse).
Pero con la vergüenza hacemos pleno, ¿por qué? porque pensamos que lo primero que hará el facultativo que nos atienda será juzgarnos, y nada más lejos.
Los sanitarios (todos en su conjunto) responden ante el juramento hipocrático de su profesión, dicho juramento (muy a grandes rasgos) se resume en atender a cualquier paciente sea de la raza, religión, sexo, condiciones que sea, y no juzgando su calidad de individuo.
Nuestro deber es ayudar y curar al paciente, no juzgar lo que haya hecho (siempre se puede aconsejar, pero eso dista mucho de reprender a alguien).
Sea cual sea vuestro problema, no dudéis en acudir al médico y explicarlo todo con lujo de detalles, aunque parezca mentira y se desee obviar, el más mínimo detalle puede abrir la puerta al diagnóstico, y por lo tanto, a la recuperación.
Si en cambio, os encontráis ante una persona que no os atiende correctamente y os trata sin educación, tenéis el pleno derecho de levantaros e iros, y buscar otra persona que os atienda adecuadamente.
Recordad, vuestra salud es lo primero, el cuerpo es único y debe duraros toda la vida. No tengáis miedo ni vergüenza de acudir al médico, una vez todo solucionado, lo agradeceréis profundamente.
jueves, 2 de octubre de 2014
¡El otoño llegó!
El tema típico que nos acontece hoy es el otoño, esa estación en la que se producen algunos cambios que son dignos de ser mencionados porque con la llegada del otoño llegan los resfriados y algunas cosillas más.
Dichos cambios son tanto físicos como emocionales, pero si tenemos en cuenta el cambio de estación podremos adaptarnos sin problemas.
Cambios emocionales
Venimos de una época vacacional llena de sol, piscina, mar, que de pronto ha llegado a su fin. Uno de los primeros cambios estacionales que afectan a nuestro organismo es la disminución de luz solar.
Aparte del decaimiento que podemos tener debido a la vuelta a la rutina diaria, el estrés, vuelta al trabajo, la vuelta a los estudios, puede agobiarnos mucho muy repentinamente, por lo que podemos experimentar una apatía emocional ligera, cansancio, inapetencia, estados de ánimo variables...cada individuo lo expresa a su manera.
Cambios físicos
Cabe volver a destacar el cansancio, otro factor común del otoño es que debido a los cambios de luz solar se experimenta en mayor número de personas la caída frecuente del cabello.
Esto suele ocurrir al inicio de la estación sobretodo, pero acaba regulándose con el paso de los días, es algo habitual pero no alarmante.
Cambios en el sistema inmunológico
Suelen ocurrir descuidos debido a los cambios de temperatura repentinos y el estrés, por lo tanto es fácil y frecuente que nos resfriemos o cojamos algún virus que nos haga enfermar durante unos días. Es normal tener las defensas un tanto bajas, pero todo es adaptarse al cambio estacional.
Ante todo esto...¿qué podemos hacer?
Saber relajarse, es lo primordial, una buena gestión del estrés es sinónimo de una mejor salud. Para los cambios de temperatura hay que abrigarse correctamente aunque haya rachas de calor-frío.
Otro aspecto muy importante es la alimentación, debe ser rica en vitaminas (esto ayuda a frenar la caída del cabello y a reforzar nuestro sistema inmune) y completa en cuanto a nutrientes se refiere.
Si sabéis a ciencia cierta que tenéis el sistema de "capa caída", en la farmacia venden probióticos para el estómago que ayudan a reforzar nuestras defensas al ayudar a nuestra flora intestinal.
Por último si andáis acatarrados un remedio famoso que funciona muy bien son las infusiones de Equinacea Forte, nos ayudan a eliminar el proceso vírico con más rapidez.
¡Bebed mucho zumo de naranja y cuidaos este otoño! ^^
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